LA EXCELENCIA OPERACIONAL
Cuando hablamos de la excelencia nos referimos a un valor humano asociado a características sobresalientes y a la idea de perfección, a capacidades y habilidades extraordinarias, fuera de lo común que lo diferencian de los demás. Se relaciona con la calidad de una persona, un servicio o un producto que gozan de aprecio y estima muy elevados.
La excelencia en el trabajo la aplicamos mediante la excelencia operacional a través de la cual la empresa realmente obtiene resultados de clase mundial.
Como todo valor humano, la excelencia interactua con otros valores, así por ejemplo no puede haber excelencia si no existe primeramente disciplina, compromiso, cooperación, perseverancia, etc. En el el ámbito de trabajo nos referimos a la discplina operativa mediante la cual todos los colaboradores hacen lo correcto todas las veces. Para que esto suceda se debe aplicar prácticas, técnicas y herramientas, tales como Calidad en la fuente, por la cual son los operarios los que gestionan la calidad en sus puestos de trabajo y no los analistas de calidad, otras herramientas como los POE’s –procedimientos operacionales estandarizados son fundamentales en la ejecución de cualquier trabajo para evitar los errores, retrabajos, reprocesos y la no calidad en general , la definición de estándares y puertas de calidad, la definición de los niveles de autorización para la calidad, la aplicación de un plan de calidad, el mantenimiento autónomo de los equipos son otras de las prácticas en el camino de la excelencia. La aplicación ordenada y planificada de todo lo expuesto implica la necesidad de una estrategia de operación bajo una supervisión activa, esto es un tipo de liderazgo comprometido y participativo, proveedor de su equipo de trabajo, con roles definidos y una hoja de ruta por la cual transita junto a su equipo hacia los resultados de excelencia.
Como observamos la excelencia operacional no es algo puntual, es un camino por el cual transitamos, es una manera de trabajar.
Muchos directivos invocan a la excelencia en sus empresas cuando ya es demasiado tarde, cuando ven pasar a sus clientes a la competencia o cuando pierden la oportunidad de exportar a un importante mercado. Con gran urgencia desean que la excelencia se impregne en la piel, en la mente y en los corazones de los colaboradores e impulsan sendas charlas de motivación para poco tiempo después ahondar aún más en la decepción. El modelo de gestión CORE para una dirección basada en valores, prepara a todos los niveles de la Organización para que se transite y se viva el valor de la excelencia y los otros valores con los que interactua y se cohesiona.