Las mejores prácticas de gestión hacen posible que toda esta información sea de conocimiento hasta en el nivel operacional. En este punto, todos los colaboradores estarían mirando hacia un mismo horizonte, lo cual los motiva a superar los obstáculos para alcanzarlo. 

La Competitividad es el reflejo tangible del nivel de compromiso de nuestra gente. La fuerza motriz o impulsores de la competitividad son: Productividad, Calidad y Costos.  Para alcanzar un alto desempeño de la Productividad debemos además revisar la Eficiencia global de la Fábrica para lo cual debemos gestionar el aprovechamiento de la Disponibilidad, de la Velocidad y del Rendimiento. Un buen desempeño de la disponibilidad significa que estamos aprovechando al máximo el tiempo disponible para elaborar nuestros productos, reduciendo al mínimo el tiempo perdido. Un buen desempeño de la Velocidad significa aprovechar al máximo la velocidad nominal o de diseño de las máquinas, esto es ir a velocidad crucero y finalmente un buen desempeño del Rendimiento, significa cuanto producto conforme o de calidad a la primera pude lograr con la materia prima consumida.

La eficiencia global de la Fábrica requiere a su vez de alcanzar una alta confiabilidad de los equipos  a través de las mejores prácticas del Mantenimiento.

Un excelente desempeño de todas estas variables tiene una consecuencia natural, la reducción a su mínima expresión de los reprocesos, los lotes no conformes, las devoluciones, las mermas, etc, esto es, del costo de la no calidad. Se logra entonces, un mejor desempeño de los costos de calidad, costo de mantenimiento, costo de producción, costos logísticos, consolidados en el costo de operación.

Los equipos de trabajo requieren apropiarse de la Productividad, de la Calidad y del Mantenimiento y para ello es necesario darles autonomía. Los  equipos autónomos se desarrollan adoptando prácticas de calidad en la Fuente y de mantenimiento autónomo.

En el camino de cumplir con el propósito del equipo y aportar al propósito de la empresa, los líderes y miembros de equipo, tienen que superar brechas y resolver problemas para lo cual hay que dotarles de las herramientas y técnicas de análisis y solución de problemas, pero además llegar al tan anhelado horizonte de la empresa supone extender una red de cooperación interna entre áreas, lo cual se logra evaluándose la eficiencia del  servicio interno como el único camino para  mejorar el servicio externo.

Para que la competitividad sea sostenible debemos elevar la motivación a través del reconocimiento. Debemos brindar entonces experiencias perdurables a los colaboradores, que es el único tipo de reconocimiento que logra permanecer en sus mentes y corazones. El reconocimiento económico pasa a ser parte del ingreso y por tanto no termina considerándose como un reconocimiento.  La aplicación sistémica de todos estos procesos de gestión es un rol importante del Liderazgo mismo que debe iniciar su gestion realizando la Planeación del área o del puesto de trabajo.  

Una mirada integral implica considerar el respeto al hombre, la empresa y la naturaleza, por ello se debe cumplir con transparencia, decisión y convicción con las mejores prácticas de seguridad y salud ocupacional, cuidado de activos y cuidado del medio ambiente.

El modelo de gestión CORE nos permite dar una mirada integral a la empresa a través de soluciones integrales incorporando todo lo expuesto a la Operación a través del desarrollo de los distintos procesos formativos compuestos de talleres, entrenamientos, guía y acompañamiento.